
Al celebrar la llegada de San Benito Abad, patrón de Europa, esta semana (11 de julio), recordamos cómo logró escapar del mundo y, al mismo tiempo, transformarlo radicalmente.
En 2017, Rod Dreher escribió "La Opción Benito: Una Estrategia para Cristianos en una Nación Postcristiana". En el libro, Dreher argumenta que los cristianos deberían retirarse de la sociedad dominante, que está cayendo en una barbarie posmoderna, y desarrollar su propia, aunque pequeña, contracultura. Al igual que San Benito en el siglo VI, cuando uno está rodeado por el mal, puede re tirarse a una montaña y restablecer la civilización en el exilio. Por supuesto, Benito intentó vivir en soledad, pero descubrió que monjes y otros acudían a él en busca de consejo y orientación.
Bajo presión constante, se dio cuenta de que tendría que convertirse en abad y asumir la responsabilidad de liderar a otros monjes. Con su deseo de escapar de los problemas de la sociedad, Benedicto XVI debió ser consciente de cómo "me atraen de nuevo", como dice Al Pacino en El Padrino: Parte 3. De hecho, los monjes intentarían envenenarlo más tarde; ¡necesitaban mucha ayuda! Aun así, Benedicto XVI escribiría una regla de vida que guiaría a innumera bles comunidades de monjes y se convertiría en un doc umento fundacional para la civilización occidental. Bene dicto XVI ayudó a transformar la sociedad de la que buscaba huir.
Ahora, en un mundo con armas nucleares y otros problemas globales, ¿podemos realmente es perar escapar? ¿Acaso el mundo y sus problemas no nos seguirán simplemente a nuestro refugio en la mon taña? Las tribus germánicas, los "bárbaros" que aplas taron el Imperio Romano y propiciaron gran parte de la violencia en la época de Benedicto XVI, finalmente se convirtieron al catolicismo y a la paz, en parte, gracias a los mismos monasterios que Benedicto XVI y sus suce sores fundaron. Parece que la mejor opción para Bene dicto XVI fue evangelizar y, a pesar de sus intenciones iniciales, lo hizo.
Bendiciones,
P. Daniel Martin
Sacerdote Visitante